El tratamiento de fisioterapia activa consiste en detectar y corregir los patrones de movimiento incorrectos que predisponen a padecer lesiones y dolores, aliviando el estrés de los tejidos dolorosos y haciendo desaparecer la inflamación.
La fisioterapia activa ayuda a recuperar la funcionalidad muscular, activando musculatura debilitada o poco ejercitada. Trabajamos para mejorar la calidad de tus movimientos, evitando en un futuro malas posturas en tu trabajo o al realizar cualquier actividad física.
Esta forma de tratamiento es en algunos casos suficiente, y en otros es el complemento de tratamientos de terapia manual de fisioterapeutas y osteópatas. En el tratamiento activo se suelen realizar ejercicios o maniobras que implican la participación del paciente, que es el que realiza el movimiento. Por lo tanto, se requiere aprendizaje y participación del paciente, tanto a nivel físico (realizar el movimiento, mantener la correcta postura…) como a nivel mental (aprender el ejercicio y las correcciones, repetirlo según las indicaciones…).
La ventaja del tratamiento activo es evidente, sobre todo si se trata de ejercicio: el paciente lo aprende para realizarlo en casa y mantener las mejoras durante más tiempo. De esta manera, el tratamiento puede tener más y mejores resultados a corto, medio y largo plazo.
Además, hay problemas que derivan de sobreesfuerzos, gestos incorrectos, mala alineación corporal, mala condición física… Con lo que es necesario corregir la causa y que la persona/paciente aprenda que puede hacer por sí mismo ejercicios y actividades para mantener y mejorar su salud.